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Suben consumo, tráfico de drogas y violencia en Centroamérica: ONU

América Central no es una de las principales rutas de tránsito de drogas, y víctima de la violencia y la corrupción que genera, sino que también ve cómo aumenta la producción y el consumo de sustancias prohibidas, según un informe que publica hoy la ONU.
"Los problemas de seguridad relacionados con el negocio de las drogas, como los altos niveles de violencia, el blanqueo de dinero, la corrupción y otras actividades ilícitas, son cuestiones acuciantes para los países de Centroamérica y el Caribe", señala la JIFE, un organismo autónomo dentro del sistema de la ONU.
La Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE) insiste en que la región es "explotada" por grupos criminales locales e internacionales como rutas de tránsito de drogas desde los países productores de Sudamérica hacia los consumidores de los países ricos de Europa y Estados Unidos.
De hecho, la JIFE estima que el 80 por ciento de la cocaína que entra clandestinamente en EU pasa por Centroamérica.
Los altos beneficios que genera el narcotráfico, especialmente de esa droga, provoca una feroz competencia entre distintas bandas y ha hecho crecer la violencia.
"Las zonas más preocupantes en lo que respecta a la violencia están en el litoral de Honduras, en ambos lados de la frontera entre Guatemala y Honduras, y en Guatemala a lo largo de las fronteras con Belice y México", detalla la Junta.
El documento se refiere a los cálculos que hablan de la existencia de unas 900 bandas criminales o "maras" en Centroamérica, con unos 70 mil miembros.


"En El Salvador, Guatemala y Honduras, el 15 por ciento de los homicidios guardan relación con esas bandas, que tienen vínculos importantes con actividades de tráfico de drogas", advierte la JIFE.
El informe señala que el tráfico de cocaína ha aumentado, sobre todo en la frontera entre Guatemala y Honduras, debido a la intensificación de la lucha contra la droga en México.
Además del tráfico de cocaína, el cultivo de adormidera, de la que se extrae el opio y la heroína, preocupa cada vez a los Gobiernos de la región.
La JIFE indica que los datos de que dispone apuntan a que crece su cultivo, en parte para compensar la caída de la producción en Colombia.
También se ha detectado un crecimiento en la fabricación y tráfico de nuevas sustancias psicoactivas, como la metanfetamina.


Para ello se emplean compuestos químicos, los llamados precursores, que no están en las actuales listas de sustancias a controlar, para burlar así la vigilancia de las autoridades.
En el campo de la prevención, la JIFE señala que la falta de recursos limitan la capacidad de los Gobiernos de aplicar políticas contra el consumo de drogas o para atender a los adictos y pide a las autoridades que dediquen más atención a la rehabilitación.
El cannabis, la cocaína y los estimulantes de tipo anfetamínico son las drogas más consumidas en Centroamérica y el Caribe.
Se estima que un 0.6 por ciento de los adultos tomaron cocaína al menos una vez durante los últimos doce meses, un porcentaje superior al de la media mundial, del 0.4 por ciento.
Por contra, el consumo de opioides y de éxtasis es muy inferior al promedio global.