El gobierno peruano busca proteger a los mashco-piros, una tribu de la Amazonia que ha vivido aislada por años y que empezó a salir de su territorio, probablemente desplazada por la minería y la tala ilegal.
Se trata de una etnia de cazadores y recolectores que hablan una lengua poco conocida. Compuesta por unos 800 miembros, durante años ha vivido en una reserva de Madre de Dios (sudeste, frontera con Brasil), la región con la mayor producción ilegal de oro del país, pero ahora se está desplazando.