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El estable desarrollo verde

Рио+20

Los veinte años es un instante en la vida del planeta, es un plazo considerable para el desarrollo de un Estado y un periodo importante en la vida de ser humano. Hace exactamente dos decenios, en Río de Janeiro, se celebró la cumbre dedicada a los problemas de Tierra, en cuyo marco los líderes de más de un centenar de países con la aprobación de “La Agenda del día para el siglo XXI”, trazaron el plan de las acciones para asegurar el desarrollo estable. Este plan ha abarcado tales problemas, como la pobreza, la tensión demográfica, la estructura de la economía mundial, así como ha mantenido las recomendaciones en lo referente a la protección de la naturaleza, los océanos y de la variedad biológica, y la reducción de un consumo pródigo.

 Lamentablemente, pasados dos decenios, todos estos problemas siguen estar presentes en la agenda del día de la comunidad mundial. Representantes de los países de nuevo se reunieron en Río de Janeiro para debatir los problemas de la economía, el desarrollo estable y la erradicación de la pobreza. La importancia y el significado del “Río+20” lo confirma la composición  de sus participantes: más de un centenar de los jefes de Estado, unos 490 ministros, delegaciones de casi 200 países, que incluyen en sí a los científicos y los expertos en ecología. En opinión de los organizadores, esta conferencia de 2012 ha llegado a ser evento más importante en la historia de la ONU.  

Debates “ecológicos”

 La preparación para esta actividad de gran escala duró más de un año. No fueron fáciles las negociaciones de las delegaciones y la coordinación del documento final de la cumbre, la declaración con el título simbólico “El Futuro  que queremos nosotros”. Los participantes en la conferencia no han logrado encontrar una respuesta conveniente para todos en las cuestiones clave sobre la orden de la formación de los fondos ad hoc y el financiamiento de los programas para el desarrollo estable. En opinión de expertos, sobre la postura de los países desarrollados ejerció la influencia la crisis financiero-económica.

 Como resultado, Brasil, siendo país-anfitrión de la cumbre, presentó una nueva variante del texto de la declaración, suavizando al máximo las formulaciones y excluyendo los puntos conflictivos. Como resultado, a causa de los acalorados debates y la diferencia de las opiniones  de los países desarrollados y los en desarrollo, en “El Futuro” han quedado solamente los párrafos, con los cuales ha llegado al acuerdo la mayoría de los participantes. Los representantes de la UE sometieron la variante brasileña a una crítica, habiendo manifestado que esta no es suficiente ambiciosa. Los europeos hicieron hincapié en la protección de la naturaleza, mientras que los países en desarrollo insisten en obligar a los países desarrollados a prestar ayuda  a los Estados económicamente atrasados. Los representantes de los países “pequeños” aprovecharon la oportunidad para criticar a los Estados “grandes”. No obstante, después de una nueva ronda de las negociaciones, los delegados de 101 países aprobaron el proyecto de la declaración. Fue adoptado un documento de compromiso y con el volumen considerablemente reducido.

 Los participantes en la cumbre se han divergido en su evaluación. En opinión del secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, la declaración final del “Río+20” prevé “un gran número de las acciones concretas” y contribuirá a “los positivos cambios globales”. Si todas las medidas y decisiones adoptadas irían a ser cumplidas, “el documento jugara un papel enorme en el logro de las positivas  transformaciones globales”.

 El secretario general de la ONU remarcó, que el antiguo modelo de desarrollo económico ya ha perdido su efectividad y la humanidad está al umbral de una época nueva. Acorde con los datos estadísticos, con el ritmo actual del crecimiento de la población, para mantener el nivel de vida actual en el planeta, para el año 2030 se necesitará el 40 % más energía y en un tercio más del agua, que hoy día. Ban Ki Moon llamó a los Estados a superar los intereses particulares en nombre de las generaciones futuras.        

 El dirigente de la conferencia, la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff agregó, que el desarrollo estable en “El Futuro que queremos nosotros”, está vinculado con la tarea de la erradicación de la pobreza, lo que es actual para los países en desarrollo, incluyendo Brasil. “El precio de la inactividad hoy es mayor que el precio de los pasos en nombre del futuro” considera la jefa de Estado brasileño.

Punto de vista de Rusia

 La visión rusa del nuevo paradigma del desarrollo estable la expuso el primer ministro Dmitri Medvedev, quien explicó la postura de Moscú respecto a todas las cuestiones, habiendo prestado la atención especial a la “economía verde”.- “Necesitamos elaborar unos modelos sólidos de la producción y de consumo,  que nos admitirían garantizar el crecimiento estable de la economía y quitar todas las amenazas, incluso las más críticas, para la ecología –subrayó Medvedev-. La sociedad, la economía y la naturaleza son inseparables”. Rusia se pronuncia por un enfoque equilibrado y orientado a una perspectiva de largo plazo; en este aspecto es necesario el crecimiento de innovaciones y de la economía de ahorro energético, lo que es provechoso para todos los países.

 Hablando del modelo de “crecimiento verde”, el Premier ruso destacó, que no tiene sentido burocratizar este proceso. “Cada Estado tiene derecho seguir sus propios planes, pero lo importante es que tales planes fuesen declarados públicamente, que existieran los mecanismos de intercambio de prácticas y tecnologías optimas en el marco del “Desarrollo verde”, dijo.

 “Rusia está rica de materias primas, no obstante, edificamos una economía de conocimientos y altas tecnologías, ampliamos el financiamiento de las ciencias fundamentales y aplicativas, introducimos nuevas tecnologías”, aclaro Dmitri Medvedev, habiendo explicado, cómo se insertan en la industria los programas de ahorro de energía y de las tecnologías ecológicamente puras. “Consideramos críticamente importante que sea garantizada la concordancia de la política en la esfera de energía de todos los países rectores del mundo”, manifestó.

 En Rusia una atención especial se presta al problema de liquidar el daño ecológico acumulado y crear un sistema moderno para transformar los deshechos. El Primer ministro reconoció que en este aspecto el país está todavía en el inicio del camino. “Trabajamos, apoyándose sobre los mecanismos de la colaboración entre sectores estatales y privados, y consideramos que la participación de las Organizaciones no gubernamentales /ONGs/ en este proceso es uno de los principios del trabajo del Poder en todos los niveles”, remarcó Medvedev, al agregar que hoy día, en Rusia funcionan unas 80 organizaciones ecológicas, incluso el Fondo Mundial de Naturaleza Salvaje /WWF/ y “Greenpeace”. Las entidades ecológicas son “unos socios complicados, pero precisamente por esto el Estado tiene que prestarles su apoyo”, considera el Premier ruso.

ONGs y expertos

 Los ecólogos evaluaron los resultados de la cumbre y el documento firmado por los líderes de Estados de manera crítica y bastante dura. “Greenpeace” los califico como “fracaso”, mientras que el Fondo de Naturaleza Salvaje /WWF/ evaluó los párrafos principales del documento como “declaraciones escasos”, aunque destacó, que las acciones conjuntas orientadas en conservar la diversidad biológica y del ambiente ecológico son bien convenientes.

 La piedra de tropiezo principal resultó ser la falta de coincidencia de posturas en lo referente a la subvención de la extracción de combustibles fósiles. Las entidades ecológicas insisten en que estos recursos hay que reorientarlos en la solución de las tareas que corresponden a los principios del desarrollo estable, en particular, en el desarrollo de las fuentes de la energía renovable. Acorde con las evaluaciones de los expertos independientes, el anual volumen mundial de tales subsidios constituye de 775 mil millones hasta un billón de dólares. Mientras tanto, en el marco de la cumbre, los países confirmaron las obligaciones de acabar paulatinamente con la subvención de la extracción de combustibles fósiles, sin mencionar plazos y volúmenes concretos.

 A los ecologistas les ha desilusionado también la decisión de no elevar el status del Programa de la ONU para el Ambiente /UNEP/ hasta el nivel de una entidad tipo Organización Mundial de Salud /OMS/ o la Organización Mundial Meteorológica /OMM/. Al mismo tiempo, el papel de la UNEP lo consolidaron a cuenta de la ampliación de la membresía de países en el Consejo Directivo y del aumento del nivel de financiación. 

 Los expertos ecologistas llegaron a conclusión, de que la comunidad mundial no está lista para unas acciones concordadas radicales, en las cuales insisten las entidades ecológicas.  

“Verdización” de la economía

 A pesar de la diferencia en las evaluaciones, todos los participantes en “Río+20” destacan la importancia del hecho de que la noción “ecología verde” se hizo un término oficial, que se considera una condición indispensable para el desarrollo estable, que garantiza el crecimiento económico, la erradicación de la pobreza y la conservación del ambiente.

 Cada uno de los países que ha firmado la declaración “El Futuro que queremos nosotros”, da pasos para solucionar los problemas existentes y alcanzar los objetivos de desarrollo estable.

 El ministro de Recursos Naturales y de Ecología de la Federación Rusa, Serguéi Donskói, está seguro de que Rusia “ha alcanzado en su desarrollo económico y social la etapa, en la cual el trato cuidadoso y civilizado de la naturaleza debe llegar a ser una condición indispensable para la realización de los proyectos infraestructurales”.

 Realmente, en Rusia una de las condiciones obligatorias en la realización de los proyectos de gran escala es el trato cuidadoso de los recursos y de la naturaleza, así como una atención especial al desarrollo estable.

 Por ejemplo, la mayor en el mundo productora de níquel y paladio, empresa minero-metalúrgica “Norilski Níquel”, moderniza los procesos productivos, introduce las tecnologías nuevas, realiza los proyectos en la protección ambiental. Para solucionar los problemas ambientales la empresa asignó en 2004-2011 más de 90 mil millones de rublos.

 Últimos años se ve la reducción consecutiva de la contaminación del ambiente. La empresa “Norilski Níquel” organizó un concurso internacional, según cuyos resultados eligió al contratista para introducir los mejores logros mundiales para utilizar el dióxido del azufre, lo que permitió reducir en cuatro veces el volumen de su vertido en atmósfera. Después de que sea terminada la construcción de los talleres de azufre en la Empresa cuprífera y en la empresa metalúrgica en Nadezhdinsk /?/, será utilizado no menos del 95 % del dióxido de azufre de los gases acompañantes de los procesos de las producción metalúrgica. 

 La compañía toma medidas para prevenir y reducir el lanzamiento de sustancias contaminadoras también junto con aguas residuales. Por ejemplo, en su filial Subártica está establecido el sistema de la circulación tecnológica cerrada del agua entre las empresas. En general, el volumen del agua en el abastecimiento circular constituye más del 90 % del volumen general del agua usada.

 Una tarea importante de la empresa “Norilski Níquel” es la ubicación ecológicamente segura de los desechos formados, su neutralización y el uso secundario. En sus talleres se usa de manera secundaria hasta el 60 % de todos los desechos formados.

  La Empresa y el Servicio federal para la inspección en la esfera de protección de los derechos de consumidores y del bienestar del hombre /Rospotrebnaszor/ firmaron el Acuerdo, que prevé cooperar en la reducción de la influencia negativa de la contaminación ambiental en Norilsk. Con esto fue creado un precedente importante de la cooperación entre una entidad controladora y el sujeto económico. La experiencia de tal Acuerdo permitirá elaborar el nuevo estilo de las relaciones recíprocas entre el poder y el negocio, así como mantener la balanza de intereses entre el desarrollo económico de la región y el cumplimiento de las normas ecológicas.

 Acorde con los resultados  de la cumbre “Río+20», están trazados unos pasos serios para “verdizar” la economía mundial. Además de la Declaración general, en Río de Janeiro fueron anunciadas unas 700 obligaciones. Así, dirigentes de los ocho bancos internacionales de desarrollo tomaron la decisión de asignar en el plazo de 10 años 175 mil millones de dólares para el desarrollo de los sistemas de transporte puros. Se prometió asignar