La obsesión de intentar sacar a Lula de la vida política brasileña, configurando una verdadera persecución política, confirma que Brasil se salió de la democracia y avanza peligrosamente hacia una dictadura, por medio de un golpe, de la acción o inacción de la Justicia y de las campañas sistemáticas de difamación llevadas a cabo por los medios.
E. Sader
Por cuarta vez consecutiva, el Partido de los Trabajadores -PT- gana las elecciones presidenciales en Brasil (con 51,45% de los votos) que, también por cuarta vez, se han convertido en un plebiscito entre candidatos del PT y del PSDB (Partido de la Social Democracia Brasileña, el partido de Fernando Henrique Cardoso).