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La inmigración ilegal - ¿Es el camino de la humanidad hacia una crisis humanitaria?: Page 2 of 2

Миграционный контроль

esclavitud.
Enfrentándose con una actitud hacia ellos como seres humanos de "segunda clase", los trabajadores se encierran en sus diásporas, si el Estado receptor no es capaz de resolver el problema de la ubicación uniforme entre la población local del país. La "encarnación" en la vida de los países nuevos se ve agravada por las diferencias de religión y en las tradiciones nacionales. La renuencia de los inmigrantes a incorporarse a la cultura local y la falta de voluntad de la población local para ir a su encuentro y aceptarlos como iguales, dar lugar a la aparición del extremismo y a la violencia, lo que demostraron de un modo evidente los acontecimientos de finales de 2005 en Francia (por otra parte en el año 2009 los trabajadores franceses se encontraban en huelga de nuevo), Bélgica y Alemania. Tomando en consideración las tendencias recientes, así como el crecimiento de la cantidad de inmigrantes ilegales del norte de África, los prósperos países europeos todavía tendrán que enfrentar una nueva ronda de inmigrantes "problemáticos". La primera señal en el año en curso fueron los desacuerdos a nivel internacional dentro de la Unión Europea, cuya causa resultó ser la afluencia de una inmigración incontrolada de oriundos de los países del norte de África afectados por la inestabilidad.


 

¿A quién le son necesarios los "corredores de inmigración"?

El periódico mexicano "El Universal" del 19 de mayo 2011 publicó un artículo dedicado a los problemas de de los países de América Latina que  actuan como rutas de tránsito para los inmigrantes ilegales que tratan de llegar a Norteamérica. Según los datos del periódico, en los últimos años en este país se han registrado más y más extranjeros procedentes de otros continentes, ya que las autoridades mexicanas de inmigración detienen a los ciudadanos de China, India, Egipto, Nepal, Sudáfrica, Etiopía, Nigeria, los que utilizan el territorio mexicano para entrar ilegalmente a Norteamérica.
Los extranjeros, que de cualquiera forma hayan decidido entrar en los Estados Unidos de Norteamérica, a menudo emplean alrededor de un año para hacer este arriesgado viaje. Para llegar a México, los inmigrantes utilizan una serie de trucos. Por ejemplo, los hindúes no necesitan visa para Guatemala, lo que se utiliza para la posterior transición de la frontera con México dentro de los grupos de trabajadores guatemaltecos inmigrantes que también tratan de entrar a Norteamérica. Los chinos, de acuerdo con los datos del Servicio de Migración de los Estados Unidos, pagan desde 30 hasta 50 mil dólares con el fin de entrar en el territorio de México. Necesitan en primer lugar llegar por avión a Ecuador para después desde allí volar en tránsito a la Ciudad de México. A continuación, los inmigrantes ilegales chinos llegan hasta la ciudad fronteriza de Tijuana y desde allí cruzan ilegalmente la frontera mexicano-estadounidense.
Los oriundos de Etiopía necesitan primero abrirse camino hasta Sudáfrica, donde adquieren pasaportes sudafricanos falsos para volar luego a Brasil. A partir de allí éstos continuan a Colombia, desde donde a través de diferentes rutas consiguen llegar a México. Los nigerianos emprendedores que logran en su patria adquirir pasaportes falsos de otros países, en primer lugar llegan a Italia o a España. Si lograran evitar encuentros desagradables para ellos con las autoridades de inmigración de estos países, entonces por vía marítima pasan a Cuba, Colombia, Ecuador o Argentina. En estos países ellos trabajan (o no trabajan, creyendo que por métodos ilegales es más fácil ganar dinero), juntando dinero para el camino siguiente a seguir, que les llevara a través de México hacia Norteamérica. Los oriundos de Somalia se van a México por la ruta Dubai-Emiratos Árabes Unidos - Rusia - Cuba - Colombia. 
En total, según el Instituto Nacional de Migración de México en el año 2010 se detuvo a cerca de 70 mil personas que intentaron cruzar ilegalmente la frontera mexicano-estadounidense. 
México no está sola en esta desgracia: los países arriba nombrados Colombia y Ecuador también son utilizados activamente también por los inmigrantes ilegales para lograr su objetivo - los Estados Unidos de Norteamérica. Se debe solamente añadir que detrás de la organización de tales rutas de inmigración ilegal siempre está la delincuencia organizada y los funcionarios corrompidos. Así, en lugar de centrarse en la solución los problemas vitales importantes no solamente para los latinoamericanos, sino también para otros pueblos del mundo, como es la lucha contra la producción y tráfico de drogas, los servicios especiales, el ejército y la policía de los países de América Latina se ven obligados a asumir el papel adicional de filtros para los inmigrantes. 

¿Quién es el culpable y qué hay que hacer? 

Y ¿cómo se puede evaluar la pérdida de fuerza de trabajo de los países donantes? ¿Quién y cómo reembolsará a esos países la parte de la población más activa y apta para el trabajo que se ve obligada a caminar en busca del "sueño norteamericano (español, francés, ruso, alemán, etc)"? Si el secretario de la ONU de todas maneras está en condiciones de medir la contribución económica de los inmigrantes, entonces éste por alguna razón no mencionó el fuerte impacto social que están sufriendo los países donantes, perdiendo a sus ciudadanos. Los montos de la ayuda internacional a los países en desarrollo no compensan las pérdidas que estos países sufren a causa de la fuga de la población más emprendedora y con más iniciativa, apta y dispuesta a trabajar duro, pero que no encuentra en sus países condiciones laborales aptas y satisfactorias para sus ambiciones.
Después de llevar a cabo un somero análisis de la situación de la migración en el mundo, se puede afirmar con seguridad que mucha más gente comienza a pensar en que el problema de la inmigración está artificialmente estimulado por los países desarrollados, los que están interesados en tener una mano de obra barata. Los estados en desarrollo realmente gritan que a ellos no les son necesarias las limosnas financieras y alimentarias, sino una ayuda para desarrollar sus economías. Las medidas de las organizaciones internacionales emprendidas en la actualidad sólo contribuyen a que la población apta para trabajar de los países suministradores de fuerza de trabajo no se muera de hambre (¡por ahora!) y no se ocupe de la destrucción mutua total en la lucha por su supervivencia.
Al mismo tiempo, los habitantes de los países desarrollados se ven obligados a vivir en el temor ante los inmigrantes "terribles y salvajes", permaneciendo bajo el control total de sus gobiernos representados por los órganos del orden público y los órganos especiales. La gente en Europa, Rusia y los Estados Unidos sólo asiente cuando éstos hablan de "la necesidad de asignar fondos adicionales para combatir la inmigración ilegal".
En el año 2013 bajo los auspicios de la ONU se planea celebrar un diálogo de alto nivel sobre las cuestiones de la migración. Queda muy poco que esperar, tal vez entonces desde las posiciones de esta organización de autoridad internacional se comience una labor para el desarrollo, y no de acuerdo con una ficticia "prestación de ayuda" para los países en desarrollo. Pudiera ser que los países ricos de todas maneras se pusieran a pensar sobre aquello que hay que vivir de su propio trabajo, y no a costa de la explotación de otros pueblos.
De acuerdo con los datos de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM, International Organization for Migration, IOM), para el año 2050 la cantidad de emigrantes internacionales se duplicará y alcanzará los 405 millones de personas. Los especialistas suponen que la tendencia de crecimiento de los flujos de migración en parte estará relacionada con las consecuencias del cambio climático en el planeta y con el déficit creciente de fuerza de trabajo en los países desarrollados. Si la humanidad no comenzara a actuar eficazmente para resolver las tareas urgentes de evitar la migración ilegal, en ese caso no se excluye que a nuestra civilización le espera una crisis humanitaria de dimensiones sin precedentes, junto a la cual todas las recesiones de los últimos años parecerán una suave brisa en comparación con un huracán tropical.
«En conformidad con los datos de las estadísticas del Servicio Federal de Migración de Rusia (SFM) cada cuarto emigrante que se va a Rusia se afianza en Moscú. En el año 2007 en la capital se registró a 1 millón 709 mil 230 personas, en el año 2008 lo fueron 1 millón 864 mil 083 personas, en el año 2009 lo fueron 1 millón 778 mil 280 personas y en el año 2010 lo fueron 1 millón 840 mil 446 personas.
De acuerdo con los datos del año pasado, la mayor parte de los inmigrantes laborales los ocupó la construcción: casi 41 mil. Alrededor de 33 mil trabajaba en el ámbito del comercio y de la reparación del transporte, artículos domésticos y otros servicios. En el tercer lugar estuvieron las operaciones con bienes inmuebles, el arriendo y la concesión de servicios. En esto estuvieron ocupados 31 mil extranjeros.»