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¿Por qué Sr. Putin?

Почему мистер Путин, vigiljournal.com

Entonces habló Jesús a la multitud y a sus discípulos, diciendo: Sobre la cátedra de Moisés se sentaron los escribas y los fariseos. Así que, todo lo que os dijeren que guardéis, guardadlo y hacedlo; mas no hagáis conforme a sus obras; porque dicen, y no la hacen. Porque atan cargas pesadas y difíciles de llevar, y las ponen sobre los hombros de los hombres; mas ni aun con su dedo las quieren mover. Antes, todas sus obras hacen para ser mirados de los hombres; porque ensanchan sus filacterias, y extienden los flecos de sus mantos; y aman el primer lugar en las cenas, y las primeras sillas en las sinagogas; y las salutaciones en las plazas, y ser llamados por los hombres Rabí, Rabí.
Mateo, 23:1-7

 El 7 de mayo de 2012 Vladimir Putin prestó juramento y asumió la presidencia de la Federación Rusa por tercera vez. Este hecho le irrita y agobia a mucha gente tanto en el territorio de Rusia como fuera de sus fronteras.

 Los primeros en la cola de descontentos fueron miembros de los partidos y movimientos opositores. De una manera paradojal la oposición “espontánea” (a la que algunos así llamados politólogos la llamaron “la nueva oposición), a diferencia de los opositores “oficiales” (representantes de las fuerzas tradicionales del abanico político ruso), carecían de un claro programa político. Además, la gente no conocía a sus líderes. La falta de deseo de  bajar al nivel de ciudadanos de a pie y de popularizar sus ideas en todas las capas de la sociedad llevó objetivamente al fracaso en las protestas callejeras.

 En Rusia han dejado de confiar en palabras y lemas y juzgan por las acciones realizadas. Pero la oposición no se apresura a realizar acciones que el pueblo podría valorar de una manera realmente positiva. No es sorprendente que cualquier acción suponga responsabilidad por su resultado, pero es la responsabilidad la que temen los “opositores”.  Es mucho más fácil vociferar lemas que realizar faena a escala estatal.

 No es sorprendente que la plataforma política de Vladimir Putin haya resultado clara para el ciudadano ruso, él también sentía su influencia antes, durantes sus dos mandatos anteriores. Putin expresó su posición claramente en los artículos que encontraron una animada resonancia tanto en Rusia como en el extranjero. Analistas extranjeros los consideraron, no sin razón, el programa del desarrollo del país para el futuro próximo. La “oposición” no imprimía semejantes programas, por eso no se puede hablar de un rumbo claro del país bajo la dirección hipotética de los “opositores”.

 Los ideales de los “opositores” protestantes, que corren por las plazas, plazuelas y parques, son muy lejanos del pueblo. Personas que conocen la vida por los libros de autores de moda, blogues, sitios web, programas de televisión y que operan con las nociones inculcadas en su cabeza en las universidades occidentales de pronto asumieron la responsabilidad de hablar en nombre del pueblo ruso, aunque el pueblo nunca les había delegado este derecho. Es más, la actual “oposición” rusa tiene un concepto despectivo de su pueblo - es que el pueblo, a su juicio, no es capaz de cambiar las cosas en su país para mejor (¿para quién mejor?). Los líderes de los “nuevos opositores” están lejos de ser pobres y para ellos la injusticia del poder consiste en que ellos están alejados del mismo poder. Todo esto les hace pronunciar lemas coherentes y llamar de una manera ardiente a unos cambios cuyas consecuencias deben ser su papel principal en el Olimpo político.

 El deseo insistente de la “oposición” de sacar a la gente a la calle, de enfrentarla con representantes del poder vigente, o sea, con la policía, llevar hasta el derramamiento de sangre para satisfacer sus ambiciones causó un fuerte rechazo por parte de la población del país. Provocar a los jóvenes y echarles a pelear con la policía bajo lemas dudosas es una bajeza. Y la mayor bajeza es hacerlo después de haber consultado con las embajadas de terceros países.

 Sin embargo, cuando la policía detiene a los así llamados “líderes de la oposición”, ellos se acuerdan de pronto de que les duele algo y les piden a las autoridades odiadas que no les destinen al calabozo, sino al hospital. Y es que “la dictadura de Putin” les hace caso – llama a los médicos y “los opositores” hacen declaraciones llamativas en los principales canales de televisión en directo.

 Es una lástima que los “opositores” hagan caso omiso de que los que votaron por Putin eligieron una vía de desarrollo de Rusia evolutiva, no revolucionaria. La gente está cansada de las revoluciones en nuestro país, ellos quieren simplemente vivir y disfrutar de la vida. Desde la desintegración de la URSS el pueblo ruso sufrió una serie de calamidades que fueron consecuencias de las acciones tanto de experimentadores políticos y económicos de andar por casa, como de los enemigos temibles de nuestro país. Además, en el espacio postsoviético se acuerdan bien de las “revoluciones” de diferentes colores, es decir, de los golpes de Estado que fueron realizados por intereses de terceros países. Todos acabamos de ver qué tipo de “revoluciones” sucedieron en Libia y otros países de la Africa del Norte.

 Es por eso porque Putin. El que mostró durante sus dos mandatos anteriores que era capaz de estabilizar y mantaner la situación en un país enorme, que se iba a pique en los 90.

 De repente vuelven a aparecer unas personas, desconocidas hasta el día de ayer, que hoy se proclaman “opositores” y que declaran sobre las irregularidades, ilegitimidad, exigen la dimisión de todos y de todo, pero sobre todo de Putin. Después de haber pasado la información sobre un mitin recién celebrado, ellos se ponen enseguida a solicitar el permiso para celebrar el siguiente. Pero siguen sin propuestas constructivas.

 Todos ellos tienen muchas ganas de dirigir la nave enorme que se llama “Rusia”. Pero ningún “opositor”- ¿se dan cuenta?, ¡ninguno! –tiene experiencia de dirigir una empresa grande ni una formación territorial. Ellos no saben tomar en cuenta diferentes factores complicativos que puede vencer tranquilamente y con éxito el jefe de una fábrica o de una población. Pero esto no para a los “opositores”, ¡si ellos han aprendido a dirigir por los libros escritos por gente sabia en el extranjero que sabe dirigir! En realidad, no han aprendido a dirigir ni a crear y construir, sino a hablar. En una palabra – bibliófilos y fariseos.

 No podemos menos de mencionar a los “amigos de Putin” extranjeros. Todos ellos, no se sabe por qué, decidieron que pueden darle lecciones de democracia al presidente ruso y enseñarle a dirigir el Estado. Pero ellos se olvidan de que Rusia es una potencia soberana, lo que significa que el presidente tiene derecho y posibilidad de tomar decisiones independientes dentro del país. De hecho, los que tenían iguales condiciones a principios de su carrera política, en particular, Blair, Bush, Schroder, Chirac e incluso Sarkozy, ya están fuera de escena política. Y su peso político no sólo se conservó durante estos años, sino también sigue creciendo, a pesar de que algunos están descontentos. En fin, los partners extranjeros deberían pensar antes de ponerse a dar lecciones a una persona que tiene más experiencia.

 Y para concluir – la opinión de un ciudadano de a pie. Si todos los enemigos extranjeros de Rusia y los rebeldes internos gritan a coro que Vladimir Putin es malo y que ha de dimitir, uno sin querer llega a la conclusión: ¿tal vez lo haga todo correctamente?