Share/Save

Sin bosques no hay futuro: Page 2 of 2

Леса – это легкие планеты

acontecimiento más significativo en los últimos años fue la campaña desarrollada en todo el mundo "Un billón de árboles". Habiendo sido iniciado en noviembre de 2006 por el premio Nobel de 2004 Wangari Matai en cooperación con el PNUMA, junto con una serie de organizaciones no gubernamentales y agencias de la ONU, se proponía plantar 1 billón de árboles en todo el mundo para finales de 2007. Una vez que el objetivo fue alcanzado, los organizadores decidieron desarrollar el éxito. Como resultado de ello, actualmente bajo los auspicios de la campaña se han plantado más de 11 mil millones de árboles. Y esta cantidad sigue creciendo cada día. En la campaña puede participar cualquiera que lo desee - una persona, un grupo de personas, una pequeña empresa, un consorcio grande, la directiva de una ciudad, un ministerio, un gobierno, etc En la página web de la campaña Ud. puede registrar sus actividades y aportar su granito de arena a la repoblación ecológica del planeta, dándose la circunstancia que no importa en absoluto cuántos árboles Ud. plantó - uno, una decena, mil o un millón.

En el Perú, al lograr la meta, la plantación de 170 millones de árboles para finales de 2010, se ha puesto en marcha una nueva campaña: plantar aún 60 millones de plántulas. El Gobierno intervino como el iniciador fundamental que dentro de los marcos del programa "AgroRural" colabora activamente con el sector privado. El país llegó incluso a entrar en el Libro de los Récords de Guinness, cuando en el campo que está frente a la escuela "Tupac Amaru" en el distrito Tumán en el corto tiempo récord - 5 minutos y 20 segundos - se plantaron 27 166 árboles.

De manera bastante inusual lo hicieron las autoridades locales de la provincia argentina de San Luis. Aquí se decidió que plantar simplemente árboles era insuficiente. Los niños y los adultos comenzaron a hablar de la importancia de preservar el medio ambiente, al mismo tiempo llamando a la recolección de semillas que luego serían distribuidas entre los viveros forestales. De esta manera, en 2009 se recolectaron 660 kilógramos de semillas lo que equivale a 15 millones de árboles. El personal de la economía forestal diariamente planta en promedio 10 mil árboles y planea en un futuro próximo aumentar esta cifra hasta 30 mil.

Hay también otros ejemplos positivos. Así, la región arriba mencionada de los Montes Apalaches en la parte oriental de Norteamérica ha sufrido de pobreza durante mucho tiempo. Con una población de 23 millones de habitantes esta región fue devastada por la elaboración de las reservas de carbón de los Apalaches. Sin embargo, la iniciativa para restaurar la región los Apalaches permitió cambiar completamente la situación. Desde 2004 aquí en la superficie de 87 mil hectáreas se plantaron 60 millones de árboles. El proyecto atrajo la atención de muchas organizaciones que ya están listas para plantar otros 125 millones de árboles y restaurar la superficie forestal de 70 mil hectáreas en las tierras áridas de los estados de Alabama, Kentucky, Maryland, Ohio, Pennsylvania, Tennessee, Virginia y Virginia Occidental. Junto con esto, se crearán unos dos mil empleos "verdes", por no hablar de los otros beneficios que trae esta iniciativa: Los árboles van a evitar la erosión del suelo, van a absorber el dióxido de carbono impidiendo el cambio climático, crearán un hábitat para diversos animales, mejorará el abastecimiento de agua de la región y se convertirá este lugar en una zona de recreo ideal para paseos y cámping de descanso en familia.

Por desgracia, de acuerdo con estos índices Rusia está retrasada, un país rico en bosques, pero que se preocupa poco de éstos. En este caso, de acuerdo con la campaña "Mil millones de Árboles", se plantarón sólo 50 mil árboles.

A fin de movilizar inversiones públicas y privadas con el fin de preservar los bosques, en la PNUMA se le da una importancia especial a dos mecanismos: "El pago por los servicios de protección del medio ambiente (PES - Payment for environmental services)» y «La reducción de las emisiones por causa de la deforestación y degradación forestal (REDD + - Reducing emissions from deforestation and forest degradation)».

El primero de estos esquemas prevé transferencias voluntarias a los propietarios de las tierras para mantener los ecosistemas que proporcionen el almacenamiento de dióxido de carbono y agua, así como también preservan la biodiversidad.

El segundo esquema, reconociendo la importancia de los árboles en calidad de guardianes del dióxido de carbono, prevé la transferencia del financiamiento desde los países desarrollados a los países en desarrollo, así como también las transferencias de dinero para la conservación de los bosques tanto a nivel nacional como regional.

El sistema de PSA que existe ya hace varios años, sólo se puede lograr a nivel internacional y por lo tanto no justifica completamente las expectativas a causa de la complejidad y la inconveniencia económica de ciertos proyectos. Ahora, sin embargo, grandes esperanzas se depositan en el REDD+. De esta manera, el secretario general de la ONU Ban Ki-moon, dijo que "la reducción del nivel de la deforestación está destinada a ser una tarea de vital importancia, y las acciónes rápidas de REDD+ son una parte importantísima de la lucha contra el cambio climático".

Este mecanismo fue propuesto en 2005 por Papua Nueva Guinea y Costa Rica y en la actualidad existen alrededor de 30 modelos de cómo la REDD+ puede funcionar en la práctica. En su totalidad, el sistema implica inversiones impresionantes en los países en desarrollo en conformidad con la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Esto está dirigido a reducir las emisiones de dióxido de carbono, cuyo 20 por ciento, según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, se lanza a la atmósfera debido a la deforestación. Los bosques mismos, dicen los especialistas, ya no se perciben como árboles comunes que esperan su turno para ser talados con el fin de obtener madera o áreas que necesitan ser limpiadas para el uso agrícola. Sin embargo, aunque todos los acuerdos se alcanzaran en un futuro cercano, el programa REDD+ que se considera la forma más barata de reducir las emisiones de dióxido de carbono, no podrá comenzar a funcionar antes del año 2013, aunque una serie de países ya realizan varios proyectos basándose en principios similares a este mecanismo.

A pesar de esto, los escépticos consideran que el sistema que permite a las empresas y a los gobiernos alcanzar los objetivos de reducción de las emisiones de dióxido de carbono a costa de la economía global retrasará la introducción de innovaciones "verdes" en los países desarrollados mismos y no hará atractivas las inversiones en la economía "verde" para los países que puedan pagar por sus emisiones a cuenta de los demás.

Según se afirma en el PNUMA, sea como fuere, las inversiones en los bosques o al menos evitar su destrucción indiscriminada, traen consigo beneficios económicos serios. Unas inversiones adicionales por la cantidad de alrededor de 30-40 mil millones de dólares de norteamericanos al sector forestal (dos tercios más que ahora) serán capaces de dar una ganancia de 2.5 trillones de dólares, reducir la deforestación a la mitad para el año 2030, aumentarán la plantación de árboles en un 140 por ciento para el año 2050 y crearán millones de nuevos puestos de trabajo. Y no es casual que el año 2011 haya sido declarado por la ONU como el Año Internacional de los Bosques, hacia este problema en realidad hay que atraer la atención de la opinión pública para el bien del desarrollo futuro "verde" y estable del planeta.