Share/Save

Constituyente para la transformación del Estado... una solución que crezca con el problema y dentro de su complejidad: Page 2 of 2

Venezuala, vigiljournal.com

a permisos para producir, exportar e importar insumos desestimula el emprendimiento productivo; Hay contradicción entre permisos de importación y exportación, donde los Certificados de No Producción Nacional, justifican importaciones reservadas a grupos de poder; los mismos Certificados de No Producción Nacional bloquean las posibilidades de desarrollar una producción exportable; El acaparamiento, encarecimiento y desviación de la producción nacional tanto para el contrabando como para ejercer presión especulativa sobre los precios; Se inutilizan u ocupan servicios turísticos, cupos aéreos, hoteles, cine y espectáculos, para generar la sensación de ineficiencia, insuficiencia de servicios, donde todo aparece copado y a la vez está vacío.

En esta radiografía de los vicios del comercio exterior podemos encontrar elementos estructurales que ofrecen una explicación a las condiciones para nuestra actual improductividad y en consecuencia, a nuestra capacidad de respuesta ante una crisis inducida como la actual. Podemos asegurar que esta crisis, no se debe exclusivamente a factores culturales, organizacionales o a los estilos de liderazgo. Se debe fundamentalmente a las actuales formas administrativas del Estado Venezolano que no tributan al logro de los objetivos nacionales planteados en la Constitución de 1999 y que están claramente plasmados en los Planes Nacionales.

Es de vital importancia incorporar al debate nacional y al debate constituyente, por un principio de congruencia y como una capacidad defensiva vital para la Nación, la adaptación o armonización de todo el estamento jurídico interno a la constitución, la revisión, desconocimiento o denuncia y negociación de nuevos acuerdos internacionales en el marco de la Diplomacia Bolivariana y la revisión de los mecanismos de la unión cívico-militar, para colocarnos en la situación de alcanzar la unidad nacional frente a los intereses de la potencia intervencionista norteamericana.

¿Hacia qué mundo caminamos? Pues basta con mirar que el 1% de la población mundial ya posee el 99% de la riqueza del planeta. Este es el gran resultado histórico del capitalismo. Sin embargo, los pueblos seguirán en sus luchas por la autodeterminación, así como también seguirá organizándose para la protección de los derechos humanos, la pachamama y la biodiversidad. Las nuevas tecnologías asociadas al cambio del patrón de consumo energético seguirán avanzando. Otras monedas de referencia internacional para las transacciones mundiales del comercio están apareciendo en escena y plantean retos y riesgos que habrá que evaluar. La economía productiva de las nuevas potencias industriales se disputará mayores cuotas de mercado y las corrientes de innovación que pujan por abrirse un paso en el mundo productivo, conquistarán nuevos espacios pero no sin una lucha. Y finalmente la República Bolivariana de Venezuela como reserva moral de los pueblos, hoy más que nunca representa la esperanza de la causa por la humanidad.